En un mundo cada vez más interconectado, donde cualquier acción puede ser registrada, compartida y comentada, la reputación digital se ha convertido en un activo de gran valor no sólo para las personas sino también para cualquier compañía o marca que exista en el mercado.
En este artículo explicamos qué es la reputación digital u online y algunas acciones que podemos llevar a cabo para restaurar la confianza y reconstruir una imagen pública sólida.
Tabla de contenidos
Toggle¿Qué es la reputación digital?
Podemos definir la reputación digital como el conjunto de opiniones, informaciones y percepciones que existen en internet sobre una persona, empresa o institución.
Este concepto abarca desde las menciones en redes sociales hasta los artículos en medios de comunicación, foros, blogs y reseñas. Una buena reputación digital puede abrir puertas en el ámbito profesional y personal, mientras que una crisis de reputación puede afectar gravemente a la imagen de una persona o compañía
¿Cómo proteger nuestra reputación digital?
A menudo solemos actuar cuando nuestra reputación digital está dañada, pero lo ideal es llevar a cabo ciertas acciones para prevenir este tipo de situaciones. En concreto, podemos llevar a cabo las siguientes acciones:
- Gestionar la privacidad: Controlar la configuración de privacidad en nuestros perfiles sociales y plataformas digitales para evitar la exposición innecesaria de información personal.
- Monitorizar nuestra presencia online: Utilizar herramientas como Google Alerts, Social Mention o Brandwatch para rastrear menciones y comentarios sobre nuestra persona o marca. Esto nos permite detectar cualquier tipo de mención positiva o negativa y actuar con rapidez.
- Cuidar el contenido que publicamos: Evitar compartir información que pueda comprometer nuestra imagen o ser utilizada en contra en el futuro. Por ejemplo, es recomendable no publicar opiniones controvertidas sobre temas políticos o sociales que puedan herir la sensibilidad de otras personas.
- Fomentar una imagen positiva: Enfocarnos en compartir contenido de valor y participar en debates constructivos. De este modo, estaremos construyendo una marca personal o corporativa basada en la credibilidad y la confianza.
- Responder de manera calmada y meditada: En caso de recibir críticas o comentarios negativos, es fundamental responder sin entrar en confrontaciones innecesarias.
¿Qué hacer ante un daño reputacional?
Si a pesar de haber tomado las precauciones anteriores, nuestra reputación resulta dañada es fundamental actuar cuanto antes.
El daño reputacional puede provenir de una mala gestión empresarial, un escándalo mediático, críticas infundadas o incluso, la implicación en un litigio. En estos casos, es crucial actuar con rapidez y contar con una estrategia bien diseñada.
Algunas acciones que podemos llevar a cabo frente a un daño reputacional son:
- Evaluar la situación: Analizar el alcance del daño, identificar su origen y valorar las posibles repercusiones.
- Coordinar la respuesta: Responder de manera clara y rápida para evitar que la situación empeore. Aconsejamos emitir comunicados oficiales o utilizar las redes sociales para ofrecer una versión clara y honesta de los hechos.
- Solicitar la eliminación de contenidos que nos perjudican: En algunos casos, se puede pedir la eliminación de publicaciones falsas o difamatorias en redes sociales o motores de búsqueda.
- Generar contenido positivo: Potenciar la publicación de información favorable para equilibrar la percepción del público.
- Recurrir a profesionales: Un consultor de comunicación especializado en crisis reputacionales puede ser clave para diseñar una estrategia efectiva de respuesta y control de daños.
¿Qué ocurre si nos vemos implicados en un litigio?
Uno de los escenarios más delicados en la reputación digital es la implicación en un procedimiento judicial, ya sea como testigo o investigado. En estos casos, el silencio no siempre es la mejor opción, pero tampoco lo es responder sin una estrategia bien definida. Lo más aconsejable es:
- Emitir un comunicado oficial: Un comunicado bien redactado, claro y conciso puede ayudar a alejar rumores y críticas negativas.
- Coordinar la respuesta con nuestro abogado: antes de emitir cualquier declaración, es fundamental coordinarse con un asesor legal para evitar errores o declaraciones contraproducentes.
- Evitar declaraciones espontáneas: Las respuestas impulsivas no suelen ser lo más acertado. Es preferible mantener un discurso coherente y medido.
- Prepararse para las repercusiones mediáticas: Si el caso genera interés en la prensa, es clave saber cómo responder ante entrevistas o solicitudes de información.
- Acudir a expertos en gestión de la reputación como Ballesteros Comunicación de Litigios.
¿Cómo puede ayudarme un consultor de comunicación?
La gestión de la reputación digital es una tarea compleja que requiere conocimientos en comunicación, derecho y estrategias digitales. Un consultor de comunicación es experto en diseñar estrategias para gestionar la percepción pública y reparar la imagen de una marca o persona. En concreto, podrá ayudarnos en las siguientes situaciones:
- Diseñar una estrategia de marca personal o corporativa: Ayudar a construir una imagen sólida y de confianza en el entorno digital.
- Gestionar crisis reputacionales: Manejar los efectos de una crisis reputacional con estrategias de comunicación efectivas.
- Actuar como enlace con los medios: Gestionar entrevistas y comunicados de prensa para controlar la narrativa en momentos de crisis.
En Ballesteros Comunicación de Litigios somos especialistas en gestionar y recuperar la reputación. Contamos con años de experiencia y un equipo altamente cualificado para poner en marcha estrategias efectivas de recuperación de un prestigio hundido. Consúltanos para más información.